martes, 4 de noviembre de 2008

Virreinato del Rio de la Plata (Trabajo Practico)


1- Confecciona un mapa con la división territorial del Virreinato.

2- Mencionar los países actuales que formaron parte del Virreinato.

3- Indicar por qué razones se creó el Virreinato.

4- Escribe sobre Buenos Aires en el siglo XVIII. Población (según censo de 1770). Costumbres domésticas. Nuevas iglesias. Arquitectura. etc.



1- Mapa con la division territorial del virreinato:



2- El virreinato quedó integrado por Buenos Aires, Paraguay, Córdoba del Tucumán, Salta del Tucumán, La Paz, Charcas, Cochabamba y Potosí (gobernaciones-intendencias) más Montevideo, los pueblos de las misiones guaraníes y las provincias de Moxos y Chiquitos. Luego se integro Puno (reincorporada en 1796 Perú).
Este virreinato no incluía el territorio patagónico. La real cédula de 1776 confirmó la creación del virreinato. Mencionan a Cuyo y a Charcas, pero no a la Patagonia. Eran tierras indígenas que nunca habían sido conquistadas por los españoles, y por ende, ni chilenas ni del Río de la Plata


3- Durante la guerra de la independencia norteamericana, en 1783, España intentó modernizar su imperio entre 1778 hasta 1783, además se organizó para soportar el desafío portugués y británica en el limite sur de sus dominios, creando el Virreinato del Río de La Plata por medio de la real cédula del 1º de agosto de 1776. La capital del Virreinato sería Buenos Aires, y el poder de esta ( que abarca Asunción y Montevideo)se uniría la Real Audiencia de Charcas (todo Alto Perú, hoy Bolivia) y la provincia de Cuyo (que hasta entonces había sido dominio de Chile).
Poco tiempo después, la Real Ordenanza de Intendentes dispuso dividir el Virreinato del Río de La Plata en ocho gobernaciones-intendencias. Al ser presentado la estructura fue modificada por la Real Orden del 29 de julio de 1782 y por la cédula aclaratoria del 5 de agosto de 1785, eliminando las intendencias de Cuyo y Santa Cruz de la Sierra y dividendo la del Tucumán en dos.

4- Buenos aires en el siglo XVIII


Las casas del centro de la ciudad


Las casas del centro de la ciudad, ademas de ser mas grandes y mejor constituidas, a menudo incluían uno o mas departamentos junto a la vivienda principal. Era costumbre alquilar una serie de dependencias a un artesano con su familia, mientras que los cuartos de la esquina podían ser destinados a un comerciante minorista.

De un modo muy concreto, los edificios del centro de la ciudad representaban un miscrosmos de su vida social y economica ya que alojaban bajo un mismo techo a las familias del sector comercial, burocrático y artesanal.


Una ciudad cambiante


Uno de los efectos mas visibles de la nueva situación de Buenos Aires fue el ingreso de inmigrantes españoles. Muchos de ellos llegaron a dominar las ocupaciones más prestigiosas y mejor remuneradas, pues controlaban la burocracia de la ciudad y del virreinato, los cargos esclesiasticos y las profesiones liberales y artesanías. Pero fue en el comercio donde la instalacion de los peninsulares se hizo mas notoria.


Construcciones en Buenos Aires

En Buenos Aires se Fundo la Casa de Corrección "para mujeres extraviadas", la Casa de niños Expósitos, donde funcionó la imprenta que habían usado los Jesuitas en Córdoba, el Protomedicato para controlar a los profesionales de la salud, y el Colegio Real de San Carlos, antesesor del actual Colegio Nacional de Buenos aires. Asimismo se promovió el empedrado de algunas calles y la iluminacion de las mismas.


Actos de Vértiz


Vértiz se hizo cargo de su puesto en abril de 1778, provisto de unas largas y detalladas instrucciones sobre el manejo de su jurisdiccion, y ejerció su puesto hasta 1784. Se lo recuerda tradicionalmente como "el virrey de las lumiaras", pues no solamente se empeño en adornar la ciudad con luces de alumbrado callejero, sino que también trato de trasladar a la capital virreinal aquellas "luces" que caracterizaban al pensamiento iluminista.


El acto mas trascendente del Virreinato de Vértiz fue la Sancion del Reglamento de Libre Comercio, a la que debe agregarse la real ordenanza estableciendo gobernacionesintendencias para la mejor administración del territorio. La primera medida dio un enorme impulso al puerto y afirmó el mercado interno de la jurisdicción; la segunda permitió la existencia de gobiernos regionales, dependientes del virrey pero con cierta autonomía, que constituyeron antecedentes para la organización federal del país despues de la Revolución de Mayo.


La población


Buenos aires vivió un vertiginoso boom al calor de su carácter de capital virreinal. Durante el período de vigencia, la población urbana aumentó de 26.000 a más de 43.000 habitantes, y este fenómeno la convirtió en la ciudad de crecimiento más rápido de los dominios españoles en América. En este crecimiento debe incluirse el aumento de la población negra, pero también estuvo vinculado al aumento de la riqueza de la ciudad, lo que permitió a muchos vecinos adquirir esclavos.


Higiene e instrucción


La salubridad de Buenos Aires ofrecía a fines del siglo XVIII graves deficiencias. La falta de médicos competentes y la ausencia de higiene conspiraban para que la ciudad fuera castigada periódicamente con epidemias. En los fondos de las casas se juntaban animales domésticos, cuyas suciedades se añadían a las que provenían de los cueros, grasas, sebos y carnes saladas, fáciles de corromperse y atractivos para toda clase de insectos y alimañas.


El Crecimiento de Buenos Aires


Este crecimiento obligo al Cabildo a ocuparse de nuevos problemas, o de problemas viejos agraviados ahora. Justicia, policía, hacienda, higiene, alumbrado público, urbanismo, salubridad, obras de caridad, todo caía bajo su jurisdicción.



Una de las principales deficiencias que presentaba la ciudad era el mal estado de las calles, que al anegarse formaban verdaderos pantanos imposibles de valdear por vehículos y peatones.

La nivelación de la ciudad mejoró el aspecto de las calles y al prohibirse el paso de las carretas excesivamente pesadas se evitó la formación de huellas. También la iluminación fue un paso adelante; al principio empezó por cuenta del vecindario y luego el sistema fue adjudicado al mejor postor; se hacía con velas que debían encenderse todas las noches.

Otra iniciativa que embelleció a la nobel corte fue el paseo de la Alameda, una calle que bordeaba el río sobre la que se plantaron sauces y ombúes. Por allí no podían soltarse animales ni lavanderas debían tener cuerdas para colgar la ropa. Pero la Alameda se inundaba con facilidad cada vez que crecía el río, aunque en los intervalos fue muy frecuentada por la sociedad porteña, que hizo de ese modesto paseo un centro de reuniones que, junto a las cabalgatas de las quintas cercanas, las tertulias, y las charlas en los pocos cafés que empezaron a instalarse, constituía la expresión de sociabilidad de los porteños.










3 comentarios:

Maria Sol dijo...

Nos encantò su perfil ajaajajajaja
las qeremos chicas !

M. Barrionuevo dijo...

Muy bien chicas. Muy lindo trabajo.

Profe Barrionuevo

kiara dijo...

son re chotas las dos putas